Como bien decíamos en artículos anteriores, los/as formadores /a de ETEVA son mucho más que eso. Hoy queremos hablar de Dani Gavaldà, geólogo experto en cartografía digital. Dani trabaja como freelance consultor GIS (Sistemas de Información Geográfica) tratando todo tipo de datos espaciales, también analizando imágenes de Teledetección, entre otros. Hace dos años, fundó Maladeta Studio, una empresa tecnológica centrada en el desarrollo de una plataforma de gestión de empresas deportivas con módulos de gestión de escuela, alquiler y venta.
Durante el pasado año 2021, Dani ha colaborado activamente en la tesis doctoral de Carla Pérez-Chirinos Buxadé, alumna de INEFC formada también en ETEVA. En este proyecto Dani ha aportado su experiencia en el análisis del terreno para caracterizarlo a nivel topográfico y así validar los datos obtenidos por sensores WIMU colocados en esquiadores de alto rendimiento. El estudio se ha localizado en el Stadium de Soldeu y en el de Beret.
Empecemos por el principio, ¿qué es un WIMU? El WIMU es un sistema EPTS (Electronic Performance and Tracking Systems) que se utiliza desde hace varios años para medir el rendimiento físico de los deportistas. El WIMU es un dispositivo de apenas 90 gramos que analiza y recoge datos sobre el rendimiento físico. Este dispositivo puede llegar a dar unos 20.000 datos por segundo, y por lo tanto conseguir como unas 260 variables. Esta información puede tener varios objetivos: desde controlar la carga de trabajo, la preparación física o el rendimiento individual de un deportista, entre otras. Así pues, el WIMU se ha convertido en un eje imprescindible de este estudio junto con otros elementos.
La mayor parte de deportes que utilizan WIMU’s para la obtención de datos y análisis del rendimiento, se practican en entornos controlados, pistas indoor, campos de futbol, etc. Este no es el caso del esquí alpino donde la variabilidad del medio es muy elevada, en este deporte las condiciones y morfología de la pista de competición de una estación varían respecto al resto, e incluso pueden cambiar las condiciones con el transcurso del tiempo y el paso de los esquiadores.
La generación de BigData por parte del WIMU y la alta variabilidad del medio, generan la necesidad de utilizar técnicas avanzadas de topografía mediante vuelos fotogramétricos con dron para realizar la caracterización del terreno. Gracias a estos vuelos basados en la obtención de fotografías aéreas con el dron, se puede realizar una reconstrucción 3D del terreno y mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica obtener Modelos Digitales del Terreno (MDT) muy precisos (4cm de píxel) y relevantes como la pendiente, la orientación, la distribución del trazado y el desnivel de la pista entre otros.
Si la ciencia y la tecnología han sido importante para este estudio, también lo han sido todos/as los/as deportistas que han participado en la obtención de datos, entre ellos el equipo nacional Andorrano (FAE) y otro de nuestros técnicos de ETEVA, Javi Alonso Teresa.
Algunas de las conclusiones de esta colaboración son las siguientes:
– La utilización de vuelos fotogramétricos para general modelos detallados del terreno es muy útil para detectar pequeños cambios en la morfología de las pistas que no son apreciables a simple vista.
– Representar los datos obtenidos por el WIMU sobre Sistemas de Información Geográficos (SIG) es de gran utilidad para su interpretación.
– Las técnicas de fotogrametría con dron, altamente extendidas en topografía, también son válidas para superficies innivadas donde las condiciones son más extremas y las imágenes homogéneas.
Una vez más, este estudio pone de manifiesto que la ciencia y la tecnología sí están al servicio del deporte y permiten que se puedan lograr mejores resultados en las competencias deportivas y por lo tanto seguir avanzado en el rendimiento deportivo.
¡Desde este espacio queremos aplaudir el gran trabajo realizado a Carla y a nuestro técnico Dani!