La práctica de los deportes de aventura en la Val d’Aran ha sido siempre una alternativa al turismo de invierno, siendo el territorio una mina de paisajes y lugares en los que practicar distintos tipos de deportes.
Con el tiempo, han ido surgiendo distintas prácticas que poco a poco se han ido integrando en la Val d’Aran y hoy en día podemos encontrar una gran variedad de actividades de aventura para realizar. Desde ETEVA, siempre hemos apostado por la profesionalidad y seguridad a la hora de practicar los deportes en montaña, por ello formamos a técnicos/as deportivos/as para convertirlos en profesionales de cualquier tipo de deporte que se desarrolle en las montañas.
Hoy queremos hablar del barranquismo o canyoning en la Val d’Aran. Quizás este sea el deporte de aventura más limitado en cuanto a lugares habilitados para su práctica a nivel local.
Como muchos de los deportes que se practican a través de los ríos y barrancos araneses, la práctica del barranquismo se localiza en el sector de Baish Aran. El barranco más mítico y mejor habilitado para esta disciplina en la Val d’Aran es el de Bausen, un pequeño pero precioso pueblo ubicado en el extremo noroccidental.
Se trata de un barranco muy colorido debido a estar situado en un lugar muy frondoso, en el que podremos disfrutar de la vegetación de alta montaña a lo largo de todo el camino. De nivel fácil, este barranco es ideal para la iniciación de las personas y una ruta ideal para que los más pequeños disfruten del barranquismo en familia.
Se desciende por el cauce, que se va combinando con un sendero mientras progresamos el recorrido sorteando troncos, plantas enredaderas y pozas de agua a las que accedemos mediante saltos y algún que otro tobogán.
En la parte final del recorrido, damos con la primera cascada (unos 4 metros) la cual descendemos con ayuda de una cuerda fijada. Más adelante deberemos saltar otra de aproximadamente 5 metros para caer en una poza. Terminamos con un rápel de 7 metros (también puede sortearse saltando) que nos dejará en los últimos metros del barranco, acompañados hasta el final por la vegetación radiante y las paredes verticales.
Pese a ser el único barranco habilitado para el descenso, la Val d’Aran está situada en un enclave privilegiado, teniendo muy cerca barrancos como el de Arlos o el de Gorges d’Oô (Francia), el Barbarruens (de dificultad elevada, en Aragón) o el emblemático Barranc del Viu de Llevata (Ribagorza). Por este motivo, ETEVA está situada a menos de hora y media de barrancos espectaculares, muchos de ellos a tan sólo media hora de trayecto, en los que los/as alumnos/as podrán practicar su técnica en distintos caudales y terrenos fluviales.
¿Te vienes a vivir un verano activo?