Tienes organizado un planazo con tus amigos y amigas de pasar una larga jornada en la montaña, pero ¿qué es mejor comer? ¿comer mucho el día de antes? ¿llevarse mucha comida para el día de la ruta? ¿influye lo que comemos en nuestro rendimiento?
Los deportes outdoor, como la escalada, el esquí de montaña, el trail running o el senderismo son actividades que suelen ser de media o larga duración, que implican una alta resistencia, que se ejecutan con una intensidad media y que tiene picos de explosividad, como puede ser el ascenso a un pico o un bajada corriendo. Mantener una buena alimentación diaria, así como en las jornadas en los que se realiza una actividad concreta es básica para un óptimo rendimiento.
Durante nuestro día a día es importante consumir aquellos alimentos que nos proporcionan energía, como los carbohidratos, las grasas o las proteínas, llamados también macronutrientes. Y también es importante consumir otros que contengan vitaminas y minerales, llamados micronutrientes, que son básicos pero que no aportan energía.
Para los momentos puntuales explosivos, la energía glucolítica es la ideal (energía rápida), que la sacamos de los carbohidratos.
Pero es importante tener en cuenta que para las actividades de larga duración, necesitaremos fuentes de energía que nos aportaran las grasas consumidas los días previas a la actividad.
Entonces, ¿qué debemos llevarnos a la montaña? Aunque las grasas suponen esa fuente de energía, no son ideales para llevarnos a una carrera, ya que su ingesta es lenta y laboriosa. En cambio lo que sí es idóneo es la fruta fresca (véase en todos los avituallamientos, el melón o el plátano), que nos aportará tanto energía como agua para hidratarnos o en su defecto, fruta desecada como dátiles o mango.
Por supuesto, el consumo de geles energéticos es súper recomendable para cualquier deportista de resistencia, y ¡si son 100% caseros mucho mejor! Estos son fuentes rápidas de energía y al ser comida de verdad son buenos para salud, al contrario de que los típicos geles energéticos que son malos para la salud intestinal, para la microbiota y para el cuerpo en general.
Tanto si eres deportista profesional como amateur, apuesta siempre por la comida de verdad, lo que ahora se ha puesto de moda llamar real food. Porque es buena para ti, y también para el planeta.