Hoy queremos introducir de manera breve el material necesario para la práctica del esquí nórdico o esquí de fondo.
Básicamente, como cualquier otra modalidad de esquí, utilizaremos tablas, fijaciones, botas y bastones. Nos vamos a centrar en la modalidad clásica del esquí de fondo, puesto que es la más adecuada para la iniciación a este deporte.
Empezando por los esquís, la longitud de los mismos variará en función de nuestro peso y altura, y deberemos seguir las referencias que cada marca presenta para lograr hacernos con la medida correcta. Se recomienda comenzar con esquís que tengan escamas en su parte central puesto que nos permitirán traccionar en las subidas y evitar que las tablas nos empujen hacia atrás. Hoy en día se tiende a utilizar esquís un poco más cortos y anchos que hacen que obtengamos mayor estabilidad.
La fijación sirve para transmitir la fuerza de nuestro cuerpo al esquí, dejando siempre el talón libre para mejorar nuestra técnica. Existen dos sistemas de fijaciones los cuales se denominan SNS (Salomon) o NNM (Rottefella), cuyas fijaciones son utilizadas por casas como Fischer.
A la hora de hablar de las botas, debemos resaltar que se trata de un calzado muy cómodo, similar a una zapatilla de deporte que permite una excelente flexión del pie para impulsar el esquí. Lo mejor es ser pacientes y probar distintos modelos y tallas para encontrar la definitiva que se adapte a nuestro pie.
Las suelas de las zapatillas van adaptadas a alguno de los dos modelos de fijación anteriormente comentados. Así es de vital importancia que conozcamos qué fijación vamos a utilizar antes de proceder a la compra de las botas.
Los bastones son el elemento que nos ayudará a empujarnos y estabilizarnos. Como habréis podido ver, se trata de bastones bastante largos. Para saber la medida que nos pertoca, multiplicaremos nuestra altura por 0,84 (si somos principiantes, redondearemos a la baja). Lo óptimo es que la empuñadura nos llegue debajo de las axilas. Se recomiendan los bastones de fibra de vidrio, puesto que son los que mejor absorben las vibraciones.
Para la ropa, lo mejor es usar mallas largas de invierno, camiseta interior térmica cubierta de una segunda capa transpirable que podremos reforzar llevando un cortavientos ligero.
Los guantes deberán ser repelentes al viento y agua, pero lo suficientemente finos para agarrar con firmeza la empuñadura de los bastones. No está de más un gorro en caso de frío, y por supuesto utilizar gafas de sol homologadas y de corte aerodinámico (estilo ciclismo).
La práctica del esquí de fondo se lleva realizando desde tiempos muy remotos, y ha ido evolucionando con el tiempo hasta lo que conocemos hoy en día, con sus distintas evoluciones y variantes. Lo que antes se utilizaba para trasladarse de un punto a otro a mayor velocidad que con las primeras raquetas de nieve, se ha convertido en una de las prácticas deportivas que más beneficios le otorgan a nuestro organismo. Si nunca lo has practicado, te animamos a hacerlo, y si ya tienes experiencia, te invitamos a que te formes como técnico/a deportivo para aprender y desarrollar tus habilidades como maestro/a de uno de los deportes de invierno que se está volviendo cada vez más popular en todas las estaciones de esquí.